martes, 23 de febrero de 2010

A LA OPINIÓN PÚBLICA NACIONAL E INTERNACIONAL


En relación a estas absurdas e inexplicables denuncias hechas en el día de ayer (22 de septiembre de 2010) por mi hermana a través de CNN en Español:



tengo a bien exponer los siguientes puntos:

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PRIMERO – Nuestra familia se sorprendió con tales denuncias, de las cuales se enteró por los medios ordinarios de comunicación social, como se enteraron los televidentes, cibernautas o lectores de los distintos medios – nacionales e internacionales – que se hicieron eco de las mismas.
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SEGUNDO – En ningún momento María Conchita se comunicó con algún miembro de nuestra familia – muchísimo menos conmigo – para obtener información que le confirmara si, en efecto, la Finca Daktari estaba invadida por alguien o por algún grupo regular o irregular.
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TERCERO – Así como por su topografía y ubicación fue materialmente imposible que en ella se alojara más de un centenar de supuestos paramilitares, es materialmente imposible que en ella pueda existir un campamento de entrenamiento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas (FARC), pues sería del conocimiento inmediato de cada vecino de la zona, además de estar ubicada a 11 kilómetros de Fuerte Tiuna y a 60 kms del corazón mismo de nuestra ciudad capital de Caracas. Como si esto fuese poco, frente a lo que un día fue la entrada de la Finca Daktari, opera el principal “Círculo Bolivariano” del Sector La Mata, en la Zona Rural de El Hatillo. Si fuese del interés del régimen instalar o permitir que se instale un campamento de entrenamiento de las FARC, seguro estoy que no sería en la Finca Daktari, que está a la vista de todo un sector donde habitan miles de personas. Desoconozco quien le informó tal absurdo a mi hermana. Quienquiera que haya sido o no conoce la zona o es limítrofe... o, simplemente: le tomó el pelo a María Conchita.
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CUARTO – Desconocemos los factores que motivaron a María Conchita a producir tal absurda acusación por lo que sugerimos que todo intento de llegar al núcleo de este evento sea dilucidado directamente con ella, generadora del mencionado escándalo. Esto lo aclaro debido a la enorme avalancha de llamadas y correos electrónicos recibidos de mis lectores, amigos y periodistas de varios países de la América hispana.
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En tal sentido, DESMIENTO categóricamente tales acusaciones hechas de manera irrespetuosa, festinada e irresponsable por parte de mi hermana, María Conchita Alonso, sin que con esto – y a título muy personal – esté eximiendo al régimen castro-estalinista de Venezuela de cualquier relación o vínculo – directo o indirecto – con la mencionada organización narco-terrorista.

Aprovecho para, en nombre propio, ofrecerles mis disculpas al hermano pueblo colombiano si en algo estas lamentables, infaustas e infundadas denuncias hayan podido perturbar la tranquilidad de nuestros vecinos, quienes pueden tener la COMPLETA SEGURIDAD de que en la Finca Daktari, no ha operado ni opera campamento alguno, sea de paramilitares o de guerrilleros colombiano o de cualquier otra nacionalidad.

La Finca Daktari está TOTALMENTE destruida, sin servicio de agua ni de luz, cubierta de maleza y rodeada de vecinos. Desde el 9 de mayo de 2004, nadie ha pasado una noche en sus predios. Los vecinos dicen que ahí salen los espantos de los más de treinta seres humanos que fueron masacrados por las fuerzas militares del régimen el Día de Las Madres de aquel año. Al instante en que sus tierras fuesen invadidas, aunque se trate de una "invasión temporal", yo sería el primero en saberlo y en tomar medidas, gracias a la cooperación de muchos vecinos que se han solidarizado con nuestra lucha desde que la comenzamos el 2 de diciembre de 2003.

Robert Alonso


Para conocer la Finca Daktari, su génesis, vida y destrucción, visiten el siguiente blog: FINCA DAKTARI


Escuchar mi desmentido en Radio Caracol de Colombia: